Pájaros en la cabeza,
mariposas en el estómago.

martes, 18 de octubre de 2011

y sin más, volar.

 Poder elegir la forma en que queremos ver la vida es lo que nos hace libres; poder apreciar los colores que brillan en el cielo es lo que nos hace soñadores, oír lo que tiene que decirnos el viento... eso es lo que nos mantiene vivos.

Alcanzar un sueño y que cuando ese sueño se cumpla emprender nuevos viajes, embarcarnos en nuevas aventuras, explorar nuevos horizontes repletos de colores y de nuevas historias que aprender...



Pensar que tras una vida siempre puede venir otra, imaginar qué se siente al vivir en las profundidades de un océano repleto de vida, nadar entre burbujas y sirenas, sentir el fresco aroma de la sal y la paz que pueden transmitir cientos de tonos de azul.

Continuar viviendo, seguir saltado de vida en vida; volar entre las nubes, aletear cuan pájaro libre, notar el viento, la lluvia, el sol, el mundo bajo tus pies...

Pobre cabecita la mía, pobre de mis ojos que no pueden ver todo lo que sueño y todo lo que imagino. Abrir mi mente para inundar el mundo de sueños, fantasías, y seres que sólo habitan en mi imaginación y en la de unos pocos más... 
 
Pobre cabecita loca, pobre aventurero dormido, pobre soñador despierto. 
Pocas cosas quedan que imaginar, poco o mucho, en realidad no importa; solo esperar a la medianoche, entonces será cuando el manto plateado de la luna caiga sobre mis sueños, me ayude a imaginar mil castillos, mis sirenas, mil sonrisas en mi cara.

Pobre, pobre chico que no sabe que el mundo que solo sueña le espera cada noche. Pobre chico iluso que pensó que algún día se cerrarían las puertas de su palacio, pobre mente inocente que no sabe que algún día, todo eso será suyo.

viernes, 14 de octubre de 2011

So damn ... perfect?

 Huir de la vida como si el cielo te llamara, correr como si todo tu mundo cayera tras tus pies y sentir como la única salida es ese momento de tu vida que una vez viviste y nunca quisiste recordar.


Sentir que a veces estás solo, sentir que a veces tienes frío, y luego... olvidarlo todo con un suspiro y echarte a la espalda la carga de un universo que no te pertenece pero que aún así abarcas para quitar peso a otros.


Tratar de ser bueno, tratar de mostrar sonrisas cuando solo las lágrimas componen el suelo que pisamos, tratar de hacer feliz a los demás, y caer, caer entre hielo y olvido, entre medias gracias y colores grises..




Nunca quise sentirme vacío, nunca dejé que mi alma se hundiera con el recuerdo de un mal momento, nunca dije adiós a mis sueños, nunca dejé de ayudar a los que me importaban...


En algún momento de la vida, algún "gracias" será tan sonoro, será tan importante y lleno de sentimientos que sentirás como todo lo que has hecho, todo lo que has luchado, todo lo que has tratado de ayudar, quedará como un simple favor que hiciste algún día perdido en alguna agenda polvorienta en el fondo de una caja en el desván de la casa donde viviste alguna vez.... Y puede que ese "gracias" seas tú quien lo diga algún día.


Vivir tu vida y agradecerte los buenos momentos, hacer sentir bien a los demás y sentirte bien por ello... la recompensa la tienes tú y sólo tú sabes el momento justo en que tienes que sacarla del bolsillo.





lunes, 3 de octubre de 2011

Corsica.



Cuando alguien te pregunta cuál es tu segunda casa, qué lugar imaginas que siempre tendrás ahí, un sitio al que siempre podrás acudir cuando necesites respirar. Siempre pienso en mi casa, en mis padres y en mis amigos; pero nunca puedo evitar esos sentimientos que me llevan a esta isla, un segundo hogar diría yo, una familia que me espera allí para abrazarme cuando llegue, un alma en cada uno de los corazones de los que me quieren y habitan esa isla, suerte, se llama suerte.

Oír el francés y notar como tus ojos se llenan de lágrimas, escuchar "Cantu Populu Corsu" y sentir que aunque no sea tu lugar de origen lo sientes como si lo fuese, como si toda tu vida hubiese sabido que también tienes un sitio entre esas montañas.

Sonrisas a miles cuando piso suelo Corso, y lágrimas en las manos cuando lo dejo detrás.

No son kilómetros los que hacen que me duela tanto dejarla lejos, es el amor que puedes llegar a sentir por un sitio, es el aprecio que puedes llegar a tener a personas que consideras de una cercanía incalculable aunque en la sangre no haya compatibilidad alguna.


Solo quiero volver, solo quiero oler ese olor indescriptible, tomarme ese café al borde de las piscina, oír a mi tío reírse hasta de su sombra, ver como los gatos pasean a sus anchas por el jardín, y bucear por el agua cristalina de sus playas.

Como siempre, cuando te preguntan que si tienes un segundo hogar, un segundo sitio al que ir... la gente piensa, la se equivoca, pero yo creo que lo tendría muy claro; puede que quiera visitar miles de lugares, cientos de países, millones de ciudades,... pero cuando hablan de hogar, de un hogar que no es en el que viven tus padres.... yo lo diría claro.

                                                                                                          CORSICA