Siempre quise ser el príncipe de mi cuento, siempre quise ser un príncipe diferente...
A mi no me gustaba matar dragones, yo prefería cantar con las flores...
Yo no quería rescatar princesas, yo quería que me rescataran a mí...
No era de los que montaban a caballo, sino de los que iban en calabazas..
Nunca me despertó un beso, tampoco me hizo falta..
No me gustaban los zapatos de cristal, pero sí las hadas madrinas...
La manzana, nunca fue mi postre favorito... creo que por ello me salvé.
Siempre fui amante del mar, de sus profundidades y de su belleza, pero creo que nunca encontré ningún marinero a la deriva...
Mi corona nunca tuvo joyas, mis padres nunca fueron reyes, pero mi familia siempre fue noble, además de honesta y trabajadora. Nunca tuve un reino que poseer, ni unos sirvientes que me llevasen la comida a la cama... tampoco lo quise.
Siempre quise crear un cuento a mi manera,.. donde los príncipes azules no buscaran solo princesas, donde la magia nunca muriese, donde la vida se recreara en la mayor tolerancia jamás vivida, donde los colores sirvieran para brillar y no para distinguir.
Quiero un cuento a mi medida, un cuento grande, amplio y sin final,.. quiero que mi cuento nunca acabe; no quiero que mi cuento esté escrito para así poder cambiar el futuro a mi antojo... No quiero que las brujas sean malas, porque nunca lo fueron; no quiero que las ruecas pinchen, ni que las carrozas desaparezcan a medianoche.
Ese cuento, esa historia...
Una historia donde los sueños juegan un papel muy importante... donde las hadas existen y las flores hablan... donde nadie pierde la cabeza nunca, pero donde todos los sombrereros están locos...
Una nana que nunca muera, un niño que nunca crezca, una mente,... que siga soñando.
Don't say goodbye to your lullaby.
Mr: Lil' prince.
